“La intención tiene que ser buena.” Eso fue lo primero que escribimos Adam Back y yo en nuestra pizarra a comienzos de 2014. Yo había viajado a Malta para pasar una semana con Adam: íbamos a proyectar el modelo del ecosistema y del futuro que queríamos hacer realidad.
A fines de la década de 1990, tuve el placer de reclutar a Adam después de leer su whitepaper de Hashcash; lo contraté para que se sumase al equipo de criptógrafos de Zero-Knowledge Systems. Zero-Knowledge Systems fue una empresa que cofundé con mi padre y mi hermano para comercializar diversas tecnologías cypherpunk de optimización de la privacidad, como las redes anónimas encriptadas y el revolucionario protocolo de dinero electrónico creado por Stefan Brands (PhD) (que, al día de la fecha, sigue siendo el más flexible y poderoso de los protocolos del servidor central que se hayan desarrollado). Si bien tuvimos logros asombrosos, muchos de los cuales perduran hasta la actualidad, en ese momento nuestra postura era demasiado adelantada y nuestro trabajo sobre el dinero electrónico no fue adoptado masivamente por los mercados.
Si avanzamos hasta diciembre de 2013, nos encontramos con que los roles se invirtieron. Adam viajó a Montreal para reclutarme a mí: quería que me sumase a su visión del futuro de la blockchain y los activos digitales. Un mes después, parado frente a una pizarra, Adam presentó su visión de Bitcoin y de la tecnología blockchain. Mi última start-up se había dedicado a las economías del don y yo siempre fui un apasionado de la innovación disruptiva orientada al cambio social. Por eso escribí “La intención tiene que ser buena”.
Cuando describimos cómo utilizaríamos la criptografía y la infraestructura distribuida, Adam y yo reafirmamos nuestra arraigada creencia en la capacidad empoderadora de las infraestructuras basada en la criptografía. Eliminar para los usuarios los requisitos de confianza y dependencia de la buena voluntad del otro podía resultar transformador no solo para quienes tenemos acceso a sistemas financieros maduros, sino también para los miles de millones de personas excluidas de los sistemas transaccionales actuales. Este proyecto representa la culminación de veinte años de trabajo en los ámbitos de la seguridad, la criptografía, los capitales de riesgo, el emprendimiento social y las ciencias económicas, que se fusionaron en la ambiciosa visión de un nuevo ecosistema.
A continuación, durante seis meses, Adam convocó a algunas de las personas más brillantes con las que tuve el placer de trabajar, con el objetivo de reflexionar sobre la segunda fase de las criptomonedas. Alquilamos por Airbnb un conjunto de casas en Silicon Valley a fin de poder vivir y trabajar todos juntos y corroborar si lo que creíamos posible era realmente viable.
A partir de esas conversaciones, invitamos a algunos inversores a reunirse con nosotros y conocer más sobre nuestra tecnología. Me entusiasma anunciar que hoy Blockstream dio por concluida una ronda de financiación inicial que recaudó 21 millones de dólares. Nuestros casi cuarenta inversores incluyen a muchos célebres pioneros de Internet y de los servicios financieros. La ronda la encabezaron Reid Hoffman, Khosla Ventures y Real Ventures, y también recibimos inversiones de Nicolas Berggruen, Crypto Currency Partners, Future\Perfect Ventures, Danny Hillis, Innovation Endeavors, de Eric Schmidt, Max Levchin, Mosaic Ventures, Ray Ozzie, Ribbit Capital, AME Cloud Ventures, de Jerry Yang, y muchos otros.
Los motivos por los cuales fuimos capaces de atraer a inversores de primera categoría son nuestro grupo de fundadores y el carácter prometedor de la tecnología blockchain. Como escribió Reid en un artículo de hoy, “a medida que Bitcoin evolucione, Blockstream va a cumplir un papel central para ayudar a sostener su ímpetu, porque va a facilitar la incorporación de nuevas funcionalidades a la plataforma. Y, a la vez, el éxito de Blockstream va a generar nuevas oleadas de innovación técnica y empresarial: va a contribuir a hacer de Bitcoin una plataforma abierta altamente adaptable sobre la cual se pueden construir una amplia variedad de productos y servicios complementarios.”
El equipo fundador conjuga a los mejores arquitectos de Bitcoin con profesionales muy experimentados en los negocios, la normativa y la tecnología de código abierto. Adam, inventor del algoritmo Hashcash, es célebre por su contribución fundamental a Bitcoin. Greg Maxwell, Pieter Wuille y Matt Corallo son desarrolladores veteranos de segmentos significativos del protocolo Bitcoin. Mark Friedenbach y Jorge Timon desarrollaron uno de los mejores enfoques de la emisión de activos mediante su propuesta Freimarkets. Para completar el equipo, sumamos a Jonathan Wilkins –un experto en seguridad y operaciones de primer nivel–, Alex Fowler –líder reconocido en los ámbitos de las políticas públicas, la privacidad y los negocios, que también tiene fuertes vínculos con grupos pro Internet libre y entes reguladores de la industria–, Erik Svenson –que se ha encargado de las finanzas de muchas empresas emergentes– y Francesca Hall, nuestra gerente de operaciones. Juntos somos los once cofundadores de Blockstream. Todos ejercimos roles fundamentales para lograr el despegue de esta empresa y para atraer a este asombroso grupo de inversores.
Blockstream es la primera start-up especializada en desarrollar aún más la tecnología básica que sustenta a Bitcoin. En los últimos años, se invirtieron cientos de millones en start-ups Bitcoin que se dedican a construir aplicaciones y servicios tomando Bitcoin como base. Blockstream es la primera empresa que busca extender las funcionalidades al nivel del protocolo a fin de posibilitar la ampliación masiva de Bitcoin y de la tecnología blockchain para incluir una gran variedad de tipos de activos. Por decirlo de otro modo, el área de especialización inicial de la empresa, el mecanismo de expansión de las sidechains, permite que se produzcan de manera abierta e interoperable un sinnúmero de avances hasta ahora insospechados.
Hace tres semanas, presentamos a nuestra empresa con el lanzamiento de lo que se conoce como el “trabajo de investigación sobre sidechains”. Durante los primeros días después de su aparición en línea, fue descargado casi 10 000 veces. Fue increíble leer las conversaciones que suscitó en Reddit a medida que se acrecienta la cantidad de personas que trabajan con criptomonedas y que ahora están considerando las implicancias y oportunidades derivadas de las sidechains.
Inspirados por el edicto de los pioneros criptógrafos “los criptoactivistas (cypherpunks) escriben código”, estamos convencidos de que los propios productos y servicios de Blockstream constituirán nuestra mejor estrategia de publicidad y difusión. Nos propusimos brindar software y servicios increíbles que permitan a otros desarrollar sus empresas y mejorar sus resultados, en términos de orden de magnitud, con Bitcoin y la tecnología blockchain.
Mis cofundadores y yo estamos entusiasmados de formar parte de una comunidad técnica y empresarial cada vez mayor que se encuentra a la vanguardia de la innovación de las criptomonedas, los activos abiertos y los contratos inteligentes. Nos asociamos porque creemos que esta tecnología tiene el potencial de incidir significativamente y de manera positiva en la sociedad.
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